Jugar para ganar

¿Quién debe sacar la basura? ¿Quién elije qué mirar en la TV? Para tomar una decisión, algunas personas juegan roca, papel, tijera. “Es un deporte especial”, dijo Wyatt Baldwin a TFK. Él es el presidente de la Asociación Mundial de Roca Papel Tijera.

Niños en Malasia juegan roca, papel, tijera.

Baldwin es un especialista en el juego. Una vez ganó 43 juegos seguidos. ¿El secreto de su éxito? “Busca patrones en los movimientos de tu oponente”, dice Baldwin.

Listos a competir

Personas han jugado roca, papel, tijera por muchísimo tiempo. El juego probablemente se jugó en China hace unos 2,000 años. Hoy, la gente lo juega en todas partes. En Indonesia, se conoce como semut, orang, gajah. Esto significa “hormiga, persona, elefante”. La versión japonesa del juego se llama janken. Las personas en Singapur juegan ave, piedra, agua.

Algunas culturas usan diferentes símbolos de manos. Pero la idea del juego es la misma en todo el mundo. Uno se enfrenta a un oponente. Cada jugador “lanza” uno de tres símbolos de manos. Uno puede ganar, perder o empatar. (Lee “¿Quién gana?”).

Wyatt Baldwin es el fundador y presidente de la Asociación Mundial de Roca Papel Tijera.

Muchas personas piensan que roca, papel, tijera es cuestión de suerte. Tus posibilidades de ganar o perder aparentan ser las mismas. Pero el juego no es completamente al azar. Todos los jugadores serios de roca, papel, tijera saben esto. Un estudio de 2014 en China encontró dos patrones claves en la manera que las personas juegan. Los ganadores tienden a repetir los símbolos de manos ganadores. Pero los perdedores pasan de roca, a papel, a tijera.

Entonces, ¿cuál es la mejor manera de ganar un juego de roca, papel, tijera? Los jugadores expertos piensan sobre su próximo movimiento. Además, piensan sobre cuál podría ser el próximo movimiento de su oponente. “Existen muchas estrategias diferentes que siempre corren por tu mente”, dice Baldwin.

Para ser bueno en el juego, él recomienda practicar. “Tú puedes practicar contra ti mismo delante del espejo”, dice Baldwin. “Pero para mí, siempre termina en empate”.